Martes en casa
Es martes y es fiesta en Madrid. Me he levantado tarde y sigo en camisón de lunares (ya tengo estufa). Mis cosas en orden: el ordenador conectado y ordenado, los libros en la librería, detrás mío; la mesa de cristal mirando al balcón y en el balcón un tiesto con margaritas amarillas. Me tomo un yogur. Un vaso de agua. Un peta. Leo todas las noticias y los blogs habituales. Escucho algunas canciones melancólicas que no tenía y una de ellas en especial, Like a blister in the sun.
[Por favor, perdónenme que interrumpa la estampa, pero exijo que me devuelvan mi tiempo. Necesito mi tiempo de vuelta. Sí, me refiero a todas esas horas de lunes a viernes, sí, sí, me refiero a mis mejores horas, por la mañanita, cuando estoy productiva y contenta, como ahora, un martes a mediodía. Se las entregaría, si es que no me importa, soy generosa, de hecho ya les he dado muchas, fíjese y a un precio increíble, milpicodeuros al mes y mi mejor yo es para usted, ¡vaya ganga!... Pienso que todos los martes debieran ser como este y pienso que yo debería montármelo mejor ]
Por otra parte, ayer estuve en Londres por trabajo y me gustó. El viaje fue bien: llegué a Heathrow con el tiempo justo, me moví rápidamente y eso me hizo sentir bien. Tren a Paddington en 15 minutos y metro a Picadilly, la oficina está al lado, en la Plaza St James. Paseo sola por la metropoli otra vez y de nuevo siento esa sensación, de estar en un lugar donde no eres nada. Ser nada como ser un extraño. Caminar por la calle mirándolo todo desde fuera. Con curiosidad y desapego. Un placer. Las cosas de trabajo fueron bien sin estrés, las personas con las que traté fueron simpáticas y eficientes.
El otoño me revuelve. Siento miedo y emoción.
Creo que me voy de paseo.
[Por favor, perdónenme que interrumpa la estampa, pero exijo que me devuelvan mi tiempo. Necesito mi tiempo de vuelta. Sí, me refiero a todas esas horas de lunes a viernes, sí, sí, me refiero a mis mejores horas, por la mañanita, cuando estoy productiva y contenta, como ahora, un martes a mediodía. Se las entregaría, si es que no me importa, soy generosa, de hecho ya les he dado muchas, fíjese y a un precio increíble, milpicodeuros al mes y mi mejor yo es para usted, ¡vaya ganga!... Pienso que todos los martes debieran ser como este y pienso que yo debería montármelo mejor ]
Por otra parte, ayer estuve en Londres por trabajo y me gustó. El viaje fue bien: llegué a Heathrow con el tiempo justo, me moví rápidamente y eso me hizo sentir bien. Tren a Paddington en 15 minutos y metro a Picadilly, la oficina está al lado, en la Plaza St James. Paseo sola por la metropoli otra vez y de nuevo siento esa sensación, de estar en un lugar donde no eres nada. Ser nada como ser un extraño. Caminar por la calle mirándolo todo desde fuera. Con curiosidad y desapego. Un placer. Las cosas de trabajo fueron bien sin estrés, las personas con las que traté fueron simpáticas y eficientes.
El otoño me revuelve. Siento miedo y emoción.
Creo que me voy de paseo.
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