Gmail, una de cal y otra de privacy
Como sabemos que todo tiene su downside ... a la vez que yo me emociono con Gmail y su espacio infinito + 1, la Biblia Wired nos cuenta lo siguiente:
Hoofnagle advises that Google users periodically delete the search engine's tracking cookie. Or, they can set a rule in their cookie file not to permanently accept the Google cookie in the first place.
But Hoofnagle is most emphatic on one point: Stay away from Gmail. While 2 free GB of storage is a tempting offer, it's not worth the trade-off of having e-mail monitored and scanned.
Oh well. Mi primer pensamiento en favor de mantener mi gmail como correo personal principal es que tampoco digo cosas en mis emails que sean tan importantes o secretas. Ok, leedlos si queréis no me importa. Pero lo cierto es que las preocupaciones sobre privacidad no están basadas en lo que cada uno tenemos que esconder o no. Lo cierto es que debe preocuparnos teórica, fundamentalmente. Sin necesidad de montarse hipótesis muy ciberpunk de un desastre planetario de seguridad que pusiera todos los datos en manos de los malos o la más realista de una malvado-corporación comprando Google y sustituyendo de un plumazo su Don't do evil por un ¡Vendo, datos, vendo! ¿Qué bonitos mis datos personales y qué baratos! ...
En fín. Me gusta mi gmail y de momento me lo quedo.
Hoofnagle advises that Google users periodically delete the search engine's tracking cookie. Or, they can set a rule in their cookie file not to permanently accept the Google cookie in the first place.
But Hoofnagle is most emphatic on one point: Stay away from Gmail. While 2 free GB of storage is a tempting offer, it's not worth the trade-off of having e-mail monitored and scanned.
Oh well. Mi primer pensamiento en favor de mantener mi gmail como correo personal principal es que tampoco digo cosas en mis emails que sean tan importantes o secretas. Ok, leedlos si queréis no me importa. Pero lo cierto es que las preocupaciones sobre privacidad no están basadas en lo que cada uno tenemos que esconder o no. Lo cierto es que debe preocuparnos teórica, fundamentalmente. Sin necesidad de montarse hipótesis muy ciberpunk de un desastre planetario de seguridad que pusiera todos los datos en manos de los malos o la más realista de una malvado-corporación comprando Google y sustituyendo de un plumazo su Don't do evil por un ¡Vendo, datos, vendo! ¿Qué bonitos mis datos personales y qué baratos! ...
En fín. Me gusta mi gmail y de momento me lo quedo.
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